Información técnica


  • CARACTERIZACIÓN REGIONAL DEL DELTA
En su recorrido de 4.000 km, el Río Paraná drena una superficie de 2.600.000 km2. En su curso inferior se registra una ampliación del valle fluvial, conformando un delta de aproximadamente 1.750.000 ha. Arrastra gran cantidad de sedimentos desde las zonas tropicales y subtropicales de Brasil, Paraguay, Bolivia y norte de Argentina. La decantación de estos sedimentos que transporta el Río Paraná y los ríos que componen la cuenca del Plata son la fuente principal de aporte para la formación de los suelos del Delta.

El Delta del Río Paraná se distribuye políticamente, principalmente en:
·         Delta Bonaerense: 257.400 ha
·         Delta Entrerriano: 1.475.000 ha
La presencia de ríos, riachos, arroyos, etc. le dan una fisonomía particular, sujeta fundamentalmente a los regímenes hídricos del Río Paraná y del Río Uruguay.
El clima de la región es templado húmedo, con régimen de lluvias isohigro y ligero déficit de precipitaciones en verano (precipitación media anual 1.021 mm). La temperatura media anual es de 16ºC (máximas entre 38-40 ºC). Los vientos predominantes son del cuadrante norte; los del sudeste originan "repuntes" en el delta frontal provocando inundaciones. Los suelos son de origen aluvional, del tipo haplacuol hístico.

Para mayor información:

  • ESPECIES FORESTALES A CULTIVAR EN LA REGIÓN
El sistema de producción predominante en el Delta es la forestación con Salicáceas. Se trata de un cultivo que se adapta a las características agroecológicas zonales, requiere una baja inversión inicial frente a otros cultivos, escasa mano de obra, adaptado a períodos cortos de anegamiento, con rentabilidad superior a la media de otras producciones.  La forestación con Salicáceas presenta  un ciclo de cultivo que va de los 8 a 16 años (según destino y precio del producto). El mapa de plantaciones forestales (MPF, 2020) elaborado por el área de SIG e Inventario Forestal de la Dirección Nacional de Foresto Industria (DNFI) estima que el área bajo manejo implantada con Salicáceas es de aproximadamente 55.000 ha, de las cuales no todas están en turno de corta y correspondiendo un 75% de esa superficie al Delta bonaerense y el 25% restante al entrerriano.



  • PLANTACIÓN
En la región del Delta, en condiciones naturales, los álamos se implantan sobre los albardones y los sauces en el pajonal. Para el álamo, en estas condiciones se evita su sometimiento a anegamiento continuo, pero se halla sujeto a la ocurrencia de inundaciones por lo que para evitarlas o disminuir sus efectos se recurre a la habilitación de tierras. Con este fin se realiza la sistematización de los campos dotándolos de posibilidades de desagüe y drenaje. Las alternativas más comunes en la zona son para el álamo el sistema semicerrado, "ataja repuntes" o el sistema cerrado “endicamiento” y para el sauce el sistema abierto llamado "a zanja abierta".
Las labores de preparación de campo se inician con el desmonte de los albardones y/o el aplastado del pajonal, tareas realizadas por lo general en forma manual por cuadrillas de trabajadores en el caso de pequeños productores y con maquinaria en el caso del mediano a gran productor. Posteriormente, se plantan estacas (de 0,6 - 0,7 m) o guías (de uno o dos años) con la ayuda de una barreta, imprescindible en el caso de no roturar  albardones y sin esta en los pajonales. El material de plantación tradicional son las estacas, aunque en los últimos años se ha incrementado en forma muy significativa la plantación de guías, asociado a incremento de los sistemas silvopastoriles.
Las densidades de plantación dependen del mercado que se pretenda abastecer. En el cultivo de sauces, con un objetivo de triturado la densidad ronda las 1100 plantas/ha. Si se busca obtener madera de calidad para uso sólido, las densidades disminuyen, actualmente hasta las 625 pl/ha. En el cultivo de álamos donde se busca obtener madera de mayor diámetro y abastecer el mercado del aserrado, la densidad ronda entre las 500 y 400 pl/ha. Para el caso de los establecimientos silvopastoriles las densidades también son bajas e incluso más que en el cultivo de álamo, entre 400 y 300 pl/ha. Lo recomendable son distancias de plantación cuadrangulares y que permitan transitar con un tractor, es por ello que cada productor varía los distanciamientos utilizados según su comodidad pero teniendo en cuenta las densidades antes mencionadas.

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  • MANEJO SILVICULTURAL 
El desmalezado entre filas y entre plantas es importante durante los primeros años para evitar la competencia con las malezas y disminuir la incidencia de plagas. La reposición de fallas se realiza al año siguiente de la plantación y no se repite. Se la practica generalmente con guías, con la intención de recuperar el crecimiento de las otras estacas.
Si el cultivo se inicia con el objetivo productivo para la obtención de madera para aserrado y/o debobinado, durante el ciclo de producción se realizan 2 o 3 podas para asegurar 2 o 3 trozas (las de mayor diámetro) libres de los nudos “muertos” que generan las ramas. No es común la práctica de raleo actualmente.
Actualmente la ganadería bovina es una actividad relevante en la zona. Debido a la expansión de la agricultura, la ganadería se fue desplazando hacia zonas marginales de producción y el Delta del Paraná es un gran receptor de animales por su ubicación y por su productividad de pastos. Los sistemas silvopastoriles se encuentran en aumento, principalmente en aquellos establecimientos que realizan un manejo adecuado del agua en sus explotaciones y tienen rodales de baja densidad.



  • APROVECHAMIENTO FORESTAL
El turno de corta se cumple en 10 a 16 años para álamo y en 8 a 12 años para sauce, dependiendo del objetivo de producción  y el  mercado. El aprovechamiento se realiza con motosierra o procesador. Se cortan los árboles en trozas y se desrama. La madera se acarrea hacia las costas de ríos y arroyos en carros tirados por tractores con grúas. Barcos fleteros llevan la madera a los distintos puertos o aserraderos. La comercialización es por peso, por lo que no se realiza secado en el campo.


  • DESTINOS INDUSTRIALES Y COMERCIALIZACIÓN
El Delta no tiene grandes industrias básicas asentadas en las islas, aunque en los últimos tiempos aparecieron varios pequeños aserraderos que dan valor agregado a la madera que sale de las islas. La región es principalmente proveedora de las fábricas localizadas en la franja ribereña inmediata al Río Paraná, desde San Fernando y Tigre hasta Ramallo (región norte) y también de industrias asentadas en las proximidades de las ciudades de Buenos Aires, Morón, Avellaneda, Quilmes, Bernal, Ranelagh, etc. (región sur).
En la zona de influencia del Delta se encuentran relevados alrededor de 38 aserraderos, 2 pertenecientes al delta entrerriano (Islas de Ibicuy) y los 36 restantes se ubican en islas del delta bonaerense (Censo de Aserraderos publicado en 2017, Ministerio Agroindustria). En la región continental existen dos plantas debobinadoras (Compañía de Fósforos y Palitos Delta), Arauco que posee una planta de tableros de partículas (Faplac) en Zárate y Papel Prensa la planta de pasta para papel de diario y embalajes en San Pedro. Por lo tanto, el movimiento de la madera se realiza principalmente por vía fluvial, llegando desde las islas a los Puertos de Tigre, San Fernando, Escobar, Campana, Zárate y San Pedro. El transporte fluvial explica gran parte del costo operativo que tiene la región.
Con respecto al mercado y a los usos de la madera de Salicáceas, estos se pueden agrupar en:
Leña: Principalmente los desperdicios de aserraderos, como ser, costaneros y recortes, se utilizan para hornos de panadería y pizzerías para su quema. Muchas veces los mismos se entregan a cambio de su retiro de los aserraderos.
Postes y tutores: Con la madera de los álamos y sauces sin aserrar se pueden realizan postes, tutores, vigas para la construcción de viviendas económicas, tinglados, cobertizos, etc.
Triturado: Las Salicáceas son utilizadas en la realización de pastas de alto rendimiento, mecánicas, quimi-mecánicas y semiquímicas, para la fabricación de distintos tipos de papel y cartón. El otro destino de la madera triturada es para la realización de diversos tipos de tableros de aglomerado.
Aserrado: En la industria del aserrado los álamos y sauces son utilizados con fines similares. Con madera aserrada se realizan pallets, envases, cajonería en general, encofrados y tirantería, colmenares, ataúdes, mueblería.
Debobinado: En este proceso se obtienen “laminas continuas” de madera, a través del desenrollo de los rollizos de madera. Con el material de “debobinado” se elaboran fósforos, envases, tableros compensados, escarbadientes, lengüetas, palitos de helado, etc.